martes, 10 de enero de 2017

Creer o no creer, esa es la cuestión

OPINIÓN



Cartago.-

Dos jóvenes negros mataron a un anciano simpatizante del millonario

Denzel Washington cantó loas al candidato republicano

Aparecen pruebas de que Barack Obama nació en Kenia.

Los anteriores, fueron algunos de los titulares que se viralizaron en Facebook durante la campaña electoral estadounidense del año inmediatamente anterior, los cuales dan cuenta no sólo de la notable influencia de las redes sociales en la formación de opinión pública o privada, al igual, de la fragilidad de consciencia de una gran parte de la población del país del norte.

Aunque se hace referencia a Estados Unidos, es un fenómeno de connotación mundial, que lleva al dilema eterno de creer o no creer, no sólo en lo que leemos, también en lo que vemos principalmente a través de medios de comunicación.

Es indudable que las redes y el internet, han generado transformaciones en las relaciones sociales pues a pesar de tener el legítimo derecho de comunicar lo que se piensa, la libertad, ha degenerado en un libertinaje de expresión en el que incuban toda clase de mentiras.

El concepto de "modernidad líquida", captura en primer plano, la esencia de una sociedad en la que los vínculos  están cifrados por la incertidumbre de lo efímero, de lo banal e incluso en lo poco ético.

La frase común “lo leí en internet”, es lapidaria y el reflejo de la importancia que le damos a la información que consumimos por este medio. Correos anónimos en donde se desprestigian personas, cuentas de twitter o Facebook cuyo objeto principal es atacar a oponentes políticos, empresas asesoras en medios que ofrecen posicionar figuras públicas a costa de difamar a los contrarios, son algunas de las situaciones (menos graves) que nadan en el mar de la contemporaneidad.

Así las cosas, cuando una de las anteriores estratagemas se afinca en la persona o institución, es de vital importancia reforzar el sistema de apoyo personal e institucional que se tenga, dado que esas noticias falsas lo que buscan es minar la credibilidad en los espacios de mayor confianza y cercanía. De ello, depende en gran medida, creer en la verdad y no creer en la mentira.

De igual manera, analizar la fuente informativa, es una tarea prioritaria que muchas veces queda relegada por otra costumbre; la disposición de actuar de manera tan egocéntrica como para no tomarse un segundo para investigar, analizar antes de dar crédito y acto seguido compartir o comentar.

Decisiones informadas, bien sea la de creer o no, deben fundamentarse en la lectura de diferentes orígenes para rehuir al exclusivo contubernio con una fuente que pueda llegar a obnubilar el criterio de un individuo o grupo social.

"Hemos olvidado el amor, la amistad, los sentimientos, el trabajo bien hecho. Lo que se consume, lo que se compra son sólo sedantes morales que tranquilizan tus escrúpulos éticos". Que mejor forma de finalizar esta reflexión con que la frase del desaparecido sociólogo polaco Zygmut Bauman, que resume el sentir de esta sociedad de la que debemos realizar el ejercicio alterno de aprender y desaprehender cada día.

Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Agencia de Noticias Niara

Fotos: Cortesía

No hay comentarios:

Publicar un comentario