Cartago.-
En la actualidad, la
inteligencia no se mide por el cociente intelectual como sí se hace por el
emocional y cómo éste orienta el comportamiento habitual.
Saber relacionarnos, hablar
y escuchar, comunicar, gestionar las emociones, ser asertivo, tomar decisiones
o aceptar cumplidos, entre otras competencias que se puedan desarrollar, son
caminos para afrontar los problemas que presenta la cotidianidad.
A continuación, se
registrarán diez hábitos de personas que conocen su coeficiente emocional, que
más que “bajar de nota”, harán reflexionar y tomar nuevas fuerzas para
emprender hacia un mayor bienestar emocional.
1. Reconocer sentimientos propios y los de los demás:
Esta facultad se fundamenta en la construcción de un amplio vocabulario
emocional que ayuda a la expresión de esos sentimientos y a generar la empatía
necesaria para reconocer los ajenos
2. Expresar correctamente sus emociones: Al
haber reconocido sus sentimientos, es más fácil poner en práctica comportamientos.
Las manifestaciones emocionales, las efectúan personas honestas consigo mismo y los demás, identificando los mensajes
de cada contexto.
3. Son fuertes y no se molestan con facilidad: En
este punto es fundamental aprender a fichar las críticas constructivas de las
destructivas y sacar el mejor provecho en cualquiera de los dos momentos.
4. Reconocen cuando se equivocan y corrigen:
Aunque equivocarse es común en los individuos, reconocerlo, es un rasgo
importante de la inteligencia emocional dado que no se sitúan en el lugar de
víctimas; por el contrario, se redimen.
5. No buscan la perfección: La
perfección si es una ilusión que lleva a desenfocar las expectativas y
realidades, debe ser gestionada de una forma diferente que lleve al
entendimiento de que todo es parte de un proceso y que como tal, toma su tiempo
produciendo también sus respectivos resultados.
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