Rosa Viáfara, peinadora oriunda del Cauca |
Cartago.-
Mientras teje
las trenzas de una niña de 11 años, Rosa Nidia Viáfara Sandoval, asegura que el
2020 ha sido “un año triste, de mucha crisis” porque durante la cuarentena sus
ingresos disminuyeron significativamente afectando la economía familiar. El de Rosa es
uno de los casos que se repitió en muchas familias de la comunidad
afrodescendiente de Cartago, Valle del Cauca; en unos más marcada, en otras, definitiva,
lo cierto es que la crisis de la que habla la entrevistada profundizó la ya
compleja situación económica de "El sol más alegre de Colombia" . |
Según datos
de la Secretaría de Gobierno de Cartago, más del 60% de las familias afro realizan
actividades informales. En consecuencia, durante la cuarentena no pudieron
solventar el mínimo vital ante la imposibilidad de salir a “rebuscarse” en
trabajos como la recolección de maíz o la venta de vendajes (alimentos
tradicionales del pacífico).
Por otro lado, durante el período de confinamiento, las personas que realizan trabajos domésticos y de construcción, tampoco pudieron ejercer hasta hace tres meses cuando la “nueva normalidad” comenzó a despertar.
Rosa Nidia,
indicó que tanto la cuarentena como la pandemia la han afectado porque pasó de
recibir ingresos semanales por un valor de 300 mil pesos por concepto de los
peinados, a recibir cero pesos. También señaló que aunque recibe un dinero por
una casa que tiene en arriendo en el Cauca y su esposo no dejó de trabajar,
conoce casos cercanos a los que la recesión golpeó con rudeza.
Voz
institucional
Catalina
Viveros, secretaria de Gobierno del municipio de Cartago, reiteró que no ha
sido un año fácil para la comunidad afrocartagüeña porque además se ha
convertido en receptora de familias provenientes de Nariño, Chocó y Cauca, algunas
de ellas, desafortunadamente ejercen la mendicidad apostadas en los semáforos
de la localidad.
La
funcionaria indicó que durante el confinamiento, la administración municipal
priorizó a las familias afrodescendientes para la entrega de paquetes
alimentarios, auxilios de arriendo y en la implementación de comedores en los
barrios Bellavista, Camellón del Quindío, loma de la Virgen, San Agustín y el
Ciprés, entre otros.
Manifestó
además que continúan apoyando a esta población en la recuperación económica que
como expresa Rosa Viáfara, va “muy lenta”.
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Roger Agualimpia |
Surgen propuestas
Roger
Agualimpia, Economista, director administrativo y financiero de una reconocida
empresa de Cali, frente al planteamiento de qué hacer para que la comunidad
afro de Cartago salga a flote tras los efectos del confinamiento en la
economía, explicó que el camino no es proponer que dejen la informalidad,
proceso que no ocurría de un día para otro.
Recomienda
que se gire la conversación hacia la identificación de esas actividades,
productos o servicios que partiendo de la realidad y del potencial de la
comunidad, pueden hacer que tanto sus ingresos como la calidad de vida mejore.
Por ejemplo,
sugiere que las personas realicen actividades como la agricultura, aprovechando
que en regiones cercanas como el eje cafetero están sustituyendo la siembra de
café. La apuesta en ese sentido sería proponer cultivos como el plátano que
incluso culturalmente son más cercanos al pueblo negro. En esa misma línea,
buscar espacios para el cultivo de papaya, para producir panela artesanal o nuevos
elementos, entre otros.
Otra alternativa,
aprovechando el potencial, es que las personas que se dedican a este oficio
consideren formalizarlo en centros estéticos en clave étnica ofreciendo servicios
a domicilio agregándoles valor, asociándose de manera eficiente en figuras que
les permita crecer y sobre todo, producir.
En suma, la
propuesta general es potenciar ese saber hacer, esa sabiduría comunitaria que
finalmente será el un elemento diferenciador en un economía local con amplias
brechas hacia esta comunidad.
Ayda Luisa
Córdoba
ANN
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