viernes, 26 de agosto de 2016

“Planes de Reforma Rural Integral deben tener enfoque territorial, diferencial y de género”



Cartago.-

El punto número uno del acuerdo para la terminación del conflicto, denominado “Hacia un nuevo campo colombiano: Reforma Rural Integral”, en adelante RRI, considera que esa transformación debe estar enfocada a reversar el impacto del conflicto, logrando cambiar las condiciones que han favorecido la persistencia de la violencia en los territorios.

En este aparte del acuerdo, se determina además, que los planes, programas y proyectos que se tracen en la RRI, “deben tener enfoque territorial, diferencial y de género”, lo que implica la garantía del respeto a las características particulares, reconociendo de paso la amplitud.

Así las cosas la equidad de género, avalará la “igualdad en la implementación del acuerdo” que reconoce especialmente el rol productivo de las mujeres en el crecimiento de las economías rurales.

Estabilidad

Frente a la sostenibilidad de los planteamientos perfilados, se propone que para asegurar la efectividad y transparencia de los mismos, se promoverá la participación de las comunidades a través de espacios institucionales participativos y democráticos que profundicen la capacidad de transformación e incidencia de las poblaciones, para la planeación, implementación y seguimiento de los planes y programas pactados. Lo anterior, permitirá la “inclusión de las comunidades rurales en la vida política, económica, social y cultural de sus regiones”.


Desafíos

Cifras publicadas por la Unidad de Víctimas, en 2016, 17 mil 976 personas han sido expulsadas de sus territorios; 19 mil 082 recibidas por esa dependencia mientras que 34 mil 237 fueron declaradas. Aunque esas estadísticas oficiales demuestran una disminución frente a años como 2008 en el que se desplazaron 412 mil 606 personas, el reto para que la RRI tenga el impacto positivo esperado, es que esos individuos o grupos quieran retornar a los territorios en donde tendrían que lidiar con amenazas a reclamantes de tierra o dificultades para emprender nuevos proyectos de vida.

La transformación estructural del campo será efectiva toda vez que contribuya (como está propuesto) al “cierre de la frontera agrícola” con los campesinos, indígenas, afrodescendientes y demás comunidades étnicas y su ordenamiento socio ambiental sostenible; “para ello es necesario el reconocimiento y apoyo a las Zonas de Reserva Campesina (ZRC) y demás formas de asociatividad solidaria”.
Estas zonas, han sido polémicas y han despertado voces a favor y en contra. Las ZRC fueron cuestionadas durante el gobierno del ex presidente Álvaro Uribe, período en el que se suspendió la perteneciente al Río Cimitarra.

Justamente, este será un nudo que tanto los promotores del No como del Sí, tendrán que desentramar.

Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Agencia de Noticias Niara
Fotos: Cortesía



No hay comentarios:

Publicar un comentario