Busqué mi teléfono
celular, les mostré fotos y videos de una placa que está ubicada en el parque
de la cabecera municipal. La señora, llamada Ana, me comentó que esa placa y la
cruz, honran a las 33 personas que fallecieron en lo que se conoce como “la
barca asesina”.
Dicho esto, el
señor (don Albeiro Córdoba), señaló los restos de la embarcación, rodeados de
maleza, óxido y pareciera que, de olvido, aunque en la memoria de ambos el
siniestro está claro como si hubiera sido ayer.
Emocionada
porque me dieron la entrada para conversar, traje una silla, me senté, saqué de
mi bolso la libreta, el lapicero, pues soy periodista vieja escuela y empecé a
preguntar, a escribir, conteniendo un poco la excitación por despertar esos
recuerdos dormidos en sus memorias que muy amablemente quisieron compartir
conmigo.
Don Albeiro
contó que el 5 de junio de 1989, en el marco de la ceremonia de coronación del
Reinado del Oro, la lancha llevaba de un lado al otro a los asistentes que en
esa oportunidad vinieron desde Quibdó, Istmina, Condoto, Cértegui y
Buenaventura, entre otras localidades, gracias al auge del que gozó el certamen
organizado por la empresa minera Metales Preciosos.
La seño Ana,
recordó el exagerado y peligroso número de personas, que abordaron la “barca asesina”,
generando un sobrecupo que derivó en la tragedia que enlutó a las 33 familias
que pudieron recuperar los cuerpos y a las que nunca tuvieron la fortuna de
encontrarlos.
En la placa,
quedaron consignados los nombres de seis personas oriundas de Andagoya, trece
de Istmina, una de Tadó, 7 de Condoto y seis de Quibdó, para un total de 33 almas que se quedaron viviendo eternamente en el solemne río San Juan, testigo
silente de alegrías y tristezas.
-
¿Y quién ganó el reinado ese año?
-
“No recuerdo bien”. Creo que fue
la señorita Condoto, responden a dos voces la seño Ana y don Albeiro.
Las y los
mayores, son los guardianes del territorio, los custodios de su historia. Es gratificante
vivir la experiencia de que sin ningún tipo de ego, por un momento te entreguen
las llaves de los tesoros que viven en sus memorias, con la única intención de
que la conozcamos para que hechos tan lamentables no se vuelvan a repetir.
Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Agencia de Noticias Niara
Julio, 2022
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