martes, 7 de junio de 2016

¿Tienes 35 años y no tienes hijos? Que la presión social no influya en tu decisión de concebirlos


Cartago.-

Si las reacciones de las personas que se han sorprendido hasta el infarto cuando les respondo que a mis 35 años no tengo hijos, pudieran sumarse, créanme ya hubiera construido una palacio en una isla paradisíaca donde esos cuestionamientos no sean el pan de cada día.

Tener hijos para mí y espero para muchos, no es el resultado de un error de cálculo; todo lo contrario, ha de ser el movimiento más calculado de mi vida pues tengo fríamente medido que quien nazca de mi vientre, será alguien que aporte positivamente a esta sociedad tan descarriada que cada vez más castra los deseos de parirle personas a un mundo que los deshumaniza.

Posiblemente no podré evitar que a mi muchacho o muchacha, mellizos, gemelos, o trillizos, quien lo sabe, le guste la música de Maluma; de lo que si estoy completamente segura es que cuando ese momento precioso llegue, será tan íntimo que el amor blindará los cuestionamientos del otro grupo de curiosos que dirán ¿Por qué tan tarde? ¿No te estaba como cogiendo la tarde?





Tic, tac, tic, tac, es el sonido de mi reloj biológico que para algunas personas que consideran que a los 35 o más, no hay opción de concebir hijos. También es el sonido del reloj que me indica que este el momento de prepararme física, mental, espiritual y emocionalmente para ese paso tan trascendental en el que decido traer a este mundo a un ser que dependerá enteramente de sus padres o entorno familiar y no de un mundo exterior que pide que venga pero no se encargará de satisfacer sus necesidades.

Si tienes 35 años y no tienes hijos, ojo, mucho cuidado, que la presión social no influencie tu decisión de concebirlos. Si en este instante no los tienes, es la oportunidad de disfrutar este momento de vida en el que todo lo que hagas va a tener una repercusión, por ello, debe ser una decisión que se tome no partiendo de lo que nuestras mamás quieran, o porque las amigas de la universidad ya son madres, o porque en el trabajo valoran más a los casados y con hijos o simplemente porque una pareja se ve más bonita.

La invitación respetuosa si eres quien no ha “parido” seas hombre o mujer, pues no es una cosa exclusiva de mujeres, es a no desesperarse, el amor es una fuente inagotable en la que podemos saciar cualquier sed de afecto en cualquier momento de la vida. Si se te pasó la hora de tenerlos  hay alternativas como la adopción con la cual también se puede dar vida a un ser que de pronto vino al mundo en un vientre que no lo deseaba.

Si eres quien presiona, antes de hacerlo, respeta, pon en remojo tu reacción puesto que nadie sabe lo que se cuece tras bastidores. No todas las peticiones de hijos provienen de malas intenciones, se valoran las de abuelas (os) que quieren perpetuar la estirpe; aun así, ejercer presión no activa el sistema reproductor.

Un hijo, como todo en la vida, es una decisión, la demostración más grande de desprendimiento; por ello no debe tomarse partiendo de lo que piensen los demás. Cuenta las reacciones, atesóralas, sigue andando y dándote el chance de que la vida en su inmensa sabiduría nos sorprenda.

Así que con estas simples palabras quiero decirle a quien se identifica que no está solo, hay muchos que pasan por esto de distintas maneras, sobre todo invoco la solidaridad para con aquellos que sufren en silencio y que esta situación les quiebra su autoestima.

Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Agencia de Noticias Niara

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