Cartago.-
Si las reacciones de las
personas que se han sorprendido hasta el infarto cuando les respondo que a mis
35 años no tengo hijos, pudieran sumarse, créanme ya hubiera construido una
palacio en una isla paradisíaca donde esos cuestionamientos no sean el pan de
cada día.
Tener hijos para mí y
espero para muchos, no es el resultado de un error de cálculo; todo lo contrario,
ha de ser el movimiento más calculado de mi vida pues tengo fríamente medido que
quien nazca de mi vientre, será alguien que aporte positivamente a esta
sociedad tan descarriada que cada vez más castra los deseos de parirle personas
a un mundo que los deshumaniza.
Posiblemente no podré
evitar que a mi muchacho o muchacha, mellizos, gemelos, o trillizos, quien lo
sabe, le guste la música de Maluma; de lo que si estoy completamente segura es
que cuando ese momento precioso llegue, será tan íntimo que el amor blindará
los cuestionamientos del otro grupo de curiosos que dirán ¿Por qué tan tarde? ¿No
te estaba como cogiendo la tarde?
Tic, tac, tic, tac, es el
sonido de mi reloj biológico que para algunas personas que consideran que a los
35 o más, no hay opción de concebir hijos. También es el sonido del reloj que
me indica que este el momento de prepararme física, mental, espiritual y
emocionalmente para ese paso tan trascendental en el que decido traer a este
mundo a un ser que dependerá enteramente de sus padres o entorno familiar y no
de un mundo exterior que pide que venga pero no se encargará de satisfacer sus
necesidades.
Si tienes 35 años y no
tienes hijos, ojo, mucho cuidado, que la presión social no influencie tu
decisión de concebirlos. Si en este instante no los tienes, es la oportunidad
de disfrutar este momento de vida en el que todo lo que hagas va a tener una
repercusión, por ello, debe ser una decisión que se tome no partiendo de lo que
nuestras mamás quieran, o porque las amigas de la universidad ya son madres, o porque
en el trabajo valoran más a los casados y con hijos o simplemente porque una
pareja se ve más bonita.
La invitación respetuosa si
eres quien no ha “parido” seas hombre o mujer, pues no es una cosa exclusiva de
mujeres, es a no desesperarse, el amor es una fuente inagotable en la que
podemos saciar cualquier sed de afecto en cualquier momento de la vida. Si se
te pasó la hora de tenerlos hay
alternativas como la adopción con la cual también se puede dar vida a un ser
que de pronto vino al mundo en un vientre que no lo deseaba.
Si eres quien presiona,
antes de hacerlo, respeta, pon en remojo tu reacción puesto que nadie sabe lo
que se cuece tras bastidores. No todas las peticiones de hijos provienen de
malas intenciones, se valoran las de abuelas (os) que quieren perpetuar la
estirpe; aun así, ejercer presión no activa el sistema reproductor.
Un hijo, como todo en la
vida, es una decisión, la demostración más grande de desprendimiento; por ello
no debe tomarse partiendo de lo que piensen los demás. Cuenta las reacciones,
atesóralas, sigue andando y dándote el chance de que la vida en su inmensa
sabiduría nos sorprenda.
Así que con estas simples
palabras quiero decirle a quien se identifica que no está solo, hay muchos que
pasan por esto de distintas maneras, sobre todo invoco la solidaridad para con
aquellos que sufren en silencio y que esta situación les quiebra su autoestima.
Ayda Luisa Córdoba Mosquera
Agencia de Noticias Niara
No hay comentarios:
Publicar un comentario