jueves, 16 de junio de 2016

Pensar y actuar diferente… ¿un delito?


Cartago.-

Observar desde una distancia prudente, a mi mamá y a su prima hermana, emocionadas hasta la lágrima siguiendo la transmisión del sepelio de Muhammad Ali, fue una verdadera reafirmación de que ser, pensar y actuar diferente no es un delito como la mayoría de personas lo ven.

A simple vista, la conclusión podría parecer escasa de reflexión porque todos somos distintos y en consecuencia conjugamos estos tres verbos de manera única; sin embargo, en mundo que nos homogeniza por tantas vías siendo uno de los hilos que domina, los medios de comunicación  con la propaganda y la publicidad.


Por ello, es tan trascendental mantener vivo el mensaje revolucionario del gran Muhammad que desde el panteón de los ancestros nos manda iluminación. Si algo me enseñó es que estar en sintonía, en comunión permanente con tu misión de vida, tu alma y tu ser, serles fiel, te hará pensar y actuar diferente a la “masa” que prefiere ajustarse al concepto de lo normal antes de vivir como un paria social, por no pensar como todo el mundo (respetando los fueros internos). 

“Imposible es sólo una palabra que usan los hombres débiles para vivir fácilmente en el mundo que se les dio, sin atreverse a explorar el poder que tiene para cambiarlo. Imposible no es un hecho, es una opinión. Imposible no es una declaración, es un reto. Imposible es potencial. Imposible es temporal, imposible no es nada”.

Esta, más que una frase del grande Muhammad, es una declaración de independencia, de libertad, es la llave que abre la puerta de nuestros talentos y potencial que no explota porque tenemos las manos cruzadas esperando una motivación externa.

Pensar y actuar diferente es una responsabilidad inmensa pues eres portavoz de un mensaje, de un proceso, de voces que nadie escucha. Por tal motivo, el carácter debe ser moldeado disciplinadamente dado que el dar un paso al frente te compromete para toda la vida pues tu vida deja de ser tuya para ofrendarla a una causa.

Un funeral que pocos jefes de estado podrán tener, con transmisiones mundiales que sirvieron para inmortalizar a este personaje en los corazones de la generación presente fue la demostración más clara del argumento desarrollado en este escrito. 

La muerte física es una forma de medir y analizar tu paso por el mundo, así que si tu vida se mueve por el miedo a escuchar la sabiduría interna, recuerda que Muhammad fue un incomprendido como diría el viejo Maelo, aunque hoy, es uno de esos seres que nos seguirá inspirando a dejar brillar el faro de luz con el que cada uno de nosotros vino dotado y que desafortunadamente, muchos no han destapado el estuche.

Estas palabras son para acompañar corazones y mentes solitarias, inteligencias subvaloradas y buenos deseos pizoteados.


Ayda Luisa Córdoba
Sala de Prensa
Agencia de Noticias Niara

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